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Prepárate, Guadalajara

2012-10 16
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Entrevista a El Drogas en guadaque.com

por Laura Rincón



Causa gran impresión hablar con el Drogas. Es un hombre con los pies en el suelo con el que dan ganas de charlar. Lleva tres décadas siendo unos de los puntales del rock español, primero, con la banda que formó en la década de 1980, Barricada, y ahora, lleva a los escenarios una propuesta diferente con una nueva banda que le ha robado el alias, “El Drogas”. Y toca tres horas, porque no entiende hacer un viaje de 6 horas, para tocar una. Sorprende que diga que lo que más le gusta del rock no sea ir de fiesta y llevar todo al límite, teniendo en cuenta su apelativo, sino más bien la transgresión. Lo cierto es que tras una interesante conversación comprendes que del mote al hombre hay un enorme trecho.

La gira “Te cantamos las 40” llega a Guadalajara el 20 de octubre, tres horas de heavy en español. Dentro de un año, saldrá el disco.


Pregunta: La primera pregunta parece necesaria, ¿Por qué romper definitivamente con Barricada? ¿Realmente fue la ruptura no amigable?

Respuesta:
La ruptura no fue nada amistosa. A partir de ahí, me siento un día y me pongo a pensar qué he hecho a lo largo de mi vida. Y me doy cuenta de que he estado sentado delante de diversos cuadernos escribiendo letras para las canciones. Éste es un acto solitario, no te sientas con los del grupo y cada uno dice una frase, sino que pasas a solas muchas horas con un boli delante de un papel.

Esto me lleva a decidir hacer un directo con las canciones que quiero cantar y contar. Elegí de toda mi carrera profesional lo que me apetecía hacer, por eso, hacemos esta gira.

P: ¿Qué podrá escuchar el público entonces? ¿Todo nuevo o algo de Barricada?
R:
En Barricada, hasta que ya no pertenezco al asunto, de 168 canciones que teníamos, yo había escrito 148 letras. En el repertorio de 40 canciones que se podrá escuchar en el concierto, hay de todo, la mitad de Barricada, la mitad de Txarrena y un par de canciones de “La venganza de la abuela” ((disco que grabó con Txarrena)) y un par de las nuevas, de las que salen en el EP de cuatro canciones que vendemos en el concierto.

P: Lo de “Te cantamos las 40” es literal entonces, ¿le gusta el número o es que el concierto tenía que durar tres horas?
R:
Bueno, en Barricada, en los conciertos, me encargaba yo de hacer el orden del repertorio y todo y, en cierta ocasión, llegamos a las 40 canciones y el bolo lo comencé diciendo “Os vamos a cantar las 40” y para esta gira, me parecía buen nombre. Además, también significa que vamos a decir las cosas claras. Y sí, son casi tres horas.

P: Tres horas es una pasada, ¿un filtro para que solo vayan los verdaderos amantes del rock?
R:
Me gusta pensar que la banda que está tocando es una mera excusa para que haya un encuentro de personas para algo que les gusta. Además, como ahora ya no se puede fumar en los locales, pues hacemos el concierto largo, para que la gente que fuma pueda salir a la calle y fume y haga relaciones sociales con otra gente que salga a fumar (se ríe). Luego, entran y el grupo sigue tocando. Somos la música de fondo que hay, claro que con el volumen alto, pero queremos que sea una excusa para un encuentro de gente que, relativamente, pueda tener las mismas sensaciones.

P: Música de fondo, pero con letras que hay que escuchar. Por ejemplo, una de las nuevas habla del Alzheimer. ¿Hay implicación personal en las letras de las canciones?
R:
Sí, claro que la hay. Hay mucha implicación personal, incluso en las historias que he robado a otra gente. Alguien me puede contar su historia, pero si escribo sobre ello, ya forma parte de mi aprendizaje. No tengo ningún reparo en contar la historia que me han contado. Esas letras son las mínimas.
Uno de los trabajos que más refleja lo que te cuento es “La tierra está sorda”, el disco que hicimos sobre la Guerra Civil. Para hacerlo, estuve de aquí para allá, escuchando distintas historias de la Guerra Civil y la posguerra, hablando con gente que lo había vivido y con historiadores, visitando exhumaciones, campos de concentración, cárceles… Todo esto me enriqueció como persona y me enseñó a cómo afrontar otro tipo de historias que se presentan en mi vida, sobre todo, afrontar todo en general con dos orejas y una boca y he aprendido a escuchar el doble de lo que hablo.
P: Es curioso que haya puesto música rock a temas que, a priori, podrían parecer que no van con ella. Es decir, la mayoría de la gente asume que el rock solo es reivindicativo en asuntos políticos. ¿Puede ser el rock otro tipo de reivindicación?
R:
Cada uno reivindica lo que puede o sabe. En mi caso, cuando llegas a la letra número 30, por poner un número, te das cuenta de que repites frases. Me gusta leer, no sólo por ocio, sino para ver cómo otros expresan lo que yo pienso y esto te hace crecer como persona, te hace mejor persona, porque aprendes de leer. También, escuchando a otros grupos, viendo las letras, los arreglos, las melodías… así vas aprendiendo. Lo que hago es escuchar y ver cómo otros lo hacen y admirarlos.

P: En ese sentido de aprender de otros, ¿crees que se necesitan más rockeros?
R:
Creo que sí, pero no en el sentido del mito de que tienes que ser el más borracho, drogadicto, mujeriego, etc. nunca me ha llamado la atención esa parte del rock, me ha gustado más del rock es la transgresión, estar en constante actividad y alerta por todo lo que pasa, no pillar comodidad y eso es un poco lo que veo en el mundillo del rock que me rodea, que demasiada gente está dejando la marca de su culo en el sofá y me gusta la gente que siente pasión por la agitación, que tienen el cerebro en constante movimiento. Eso me parece muy interesante.

P: Es lo que siempre han hecho los poetas, ¿por eso también escribe poesía?
R:
Escribir poesía me transporta mentalmente por otras formas de escritura, no necesito ligar los versos a una melodía concreta, no tengo porque rimarla… Me encanta escribir. Escribo también relatos muy cortos, es una necesidad para mí, me da bastante vitalidad.

P: ¿Esto debe asustar a los seguidores? ¿Abandonará el bajo por el bolígrafo?
R:
Bueno, el bajo en esta gira ya lo abandono, porque a no ser que haya canciones con dos bajos no lo voy a tocar (ríe). Por ahora, no lo sé. No me importa tanto lo que haga como con quién lo haga. Si tengo que aprender a tocar la zanfoña, que es un instrumento encantador, pero difícil, pues me pondría a ello, no sé si aprendería, pero lo intentaría. El bajo lo continúo tocando en casa para grabar las maquetas que llevo al local. También, toco la guitarra. Todo lo hago bastante mal, pero amontonado, funciona bien.

P: No creo que haya muchos que opinen que no es bueno…
R:
La verdad es que, técnicamente, no soy muy bueno con nada. Tengo que reconocer que quien me abre los ojos para dedicarme a esto son los grupos que se jactaban de eso: Los Sex Pistols y Leño. Rosendo enseña que se puede hacer rock sin tener agudos ultrasónicos que rompen copas y que puedes escribir letras sobre temas cotidianos que tienen mucho sentido. Y de los Sex Pistols aprendí que con tres acordes se puede buscar la mejor canción.

P: Después de tantos años sobre los escenarios, ¿aún se disfruta?
R:
Sí, claro, es fundamental. Para mí, las grabaciones de los discos, la promoción, etc., todo gira alrededor del momento en que pisas el escenario, que es momento sublime de todo este oficio. Me gusta decir que me dedico al mundo de la farándula, más que del rock’n’roll. Haces muchos kilómetros para llegar a un sitio y tocar el cielo. Por eso, propongo hacer 3 horas en directo, no entiendo hacer 6 horas de furgoneta para tocar una hora. Pues no (ríe).

De hecho, el tema del caché va en relación con lo que toque. Toco el doble de caché por hora y media que por tres horas y si toco sólo una hora, pues cobro más. Es al contrario de lo que la gente hace, pero yo cobro menos cuanto más toco. Sé que es una chorrada, pero para mí es importante, porque es ridículo 8 horas de viaje y una hora de bolo. Bajarte del escenario con los pies fríos y la cabeza caliente no está bien.
P: No es lo único que va al revés, también tocáis en directo antes de sacar el disco…
R:
Sí, es importante. Un día me levanto y comienzo a hacer mis números, después de escuchar en una entrevista a mis ex compañeros que decían que no había problema porque El Drogas canta 78 canciones de las grabadas por Barricada y el Boni, 76. Y digo, joder, cómo están los números para manejar, como lo que hace el Gobierno con el rescate. Me senté y resulta que 148 canciones las he escrito yo y el acto solitario de sentarte a escribir no se me olvida, porque no se me olvida el proceso de cada letra. Así, decido un proyecto que no sea la presentación de un trabajo discográfico, sino la presentación de un repertorio en directo. A partir de ahí, estamos trabajando en canciones nuevas, pero me apetecía que el proyecto fuera éste, un directo.

P: Y el disco, ¿para cuándo?
R:
Espero que en octubre del año que viene, de aquí a un añico. Es un proyecto interesante para mí, lo tengo en la cabeza y se va llevando a la práctica poco a poco. La chispa ha sido el acústico que acompaña a la revisión del primer disco de Txarrena, donde saco una maqueta (donde lo he grabado todo en casa, dibujos de teclado, armónica, guitarra, voces, coros… fui productor, técnico, todo lo hice yo solo). Esa maqueta en acústico lo saco con el nombre de El Drogas y el título es “Libros prestados”. Ahí, aparecen 12 canciones acústicas y 8 de ellas están electrificadas y están muy bien reflejadas en el EP, “Lentos minutos” y “En punto muerto”. Un CD va así.
El otro CD que saldrá son ocho canciones: otras dos versiones de “La venganza de la abuela”•y seis canciones nuevas, donde los riffs de guitarra están sacados por Brigi, que es el batería en la gira, y él será el productor del trabajo. El último CD son otras ocho canciones, las cinco que faltan del acústico electrificadas y tres nuevas y la ambientación que quiero darles es que tengan la onda glam. Lo quiero producir yo. Esa es la teoría, pero hasta la práctica no sé que se quedará por el camino o que se añadirá. Me gusta el reto de cómo empiezas una cosa y como termina. No sé si se entiende, porque es un “cristo” guapo (ríe de nuevo). Pero es un reto bonito.

P: Entiendo que son tres discos de 8 canciones cada uno, tratados desde distinto punto de vista, ¿no? ¿Se venderán por separado, en un paquete?
R:
Sí., además, me gusta que trabaje Brigi conmigo y sus riffs son muy buenos. Es el cantante y guitarrista de los Koma y ahora, toca la batería conmigo. Es un volcán este personaje, en su faceta compositiva es una barbaridad y quien lo conoce sabe que sus riffs de guitarra no van a ser tranquilicos y que no van mucho con una parte concreta de mis gustos musicales. Serán tres trabajos diferentes que saldrán todos juntos, es lo que me gustaría.

P: Hablando de Brigi, se suma Txus y el Flako, ¿cómo se forma la banda?
R:
Pues nace de las ganas que tenía de enredar con el Brigi. Le conozco desde que era un chavorrillo, le llevo 10 años, cuando tenía 26, él tenía 16 y empieza a tocar la batería y es como lo conocí: un jodido crío tocando la batería y, desde entonces, he seguido lo que hacía. Desde adolescente, estaba en los círculos musicales, aunque por edad, nunca coincidíamos. Pero siempre estaba ese jodido crío por ahí metido, con colegas míos. Terminó tocando la batería con unos colegas míos y flipaba viéndolo. Luego, con el inicio de Koma, viéndole tocando la guitarra y cantando, para mí era inexplicable, porque tocaba la batería de la leche, ahora me lo explico, porque es un auténtico indomable. Me llama tanto la atención el personaje que me apetecía hacer algo con él. Hay que buscar alguien que toque el bajo y la guitarra.

Con Flako, habíamos coincidido tanto Brigi como yo en una fiesta en la que preparamos unas versiones de los Sex Pistols y otros grupos para una convocatoria de rock de un pueblo de Navarro. Y dijimos el Flako fijo para el bajo. Con el Flako estaba tocando Txus Maraví, al que yo no conocía en persona ni en directo. Fui a ver a un grupo e invitaron a un guitarrista a que tocase un par de canciones y me enamoró la técnica y la manera, el gusto de tocar la guitarra y decidí que tenía que darle un toque. Justo estaba tocando en La Lengua de Trapo el grupo en el que tocaba El Flako, así que todo quedó en familia. Esto empezamos hace 5 años y hasta ahora.

El paso de Txarrena a El Drogas, pues han sido ellos los que me han animado a que diese ese paso. Les dije que quería contar con ellos, que si se encontraban a gusto seguíamos los cuatro y así ha sido.

P: La primera toma de pulso ha sido el Festival EnVivo. Las crónicas son muy buenas, pero, ¿qué sensaciones les quedaron?
R:
Que es uno de los festivales que se te queda cuando pase el tiempo. Nosotros estamos muy a gusto tocando los cuatro y, el ver la reacción del público, fue muy bonito, no sabría definirlo de otra manera. Me sentí arropado tanto por la banda, que de eso no tenía ninguna duda, como por el público, que ha sido muy importante para mí, personalmente, después del año que he pasado. Necesitaba este contacto con la gente y que te respondan así. Mentalmente, hay que ser fuerte para llevar el año que he llevado.

P: ¿En Guadalajara, también dan el EP por un euro más del precio de la entrada?
R:
Sí, creo que va a ser así en toda la gira. Si no se compra con la entrada, en el puesto, vale 3 euros, así que, compensa pagar un euro más con la entrada. Ha sido una gozada el apoyo de Maldito Records y poder haber hecho esto de esta manera, es una forma de empujar a que la gente vaya viendo lo que puede venir.

P: ¿Tiene algo más que añadir?
R:
Espero que quien quiera pasar un buen rato que vaya a verlo y disfrutaremos.


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