El sol no calienta por igual en todas las cabezas
sino que pregunten al que está bajo nuestro pie.
Millones de miles de millones de alambres
de verjas, de papeles y de ofensas,
de uniformes, de fronteras, de banderas y demás mierdas
de dinero destinao a que no molestes
a los ojos bondadosos de las fieras
eres el pecado de la raza humana como todos los sin tierra.
Marcao, por un solo dedo,
marcao, siguiendo tus huellas,
marcao, nunca te dejan,
marcao, en la misma estación.
Te han parido al otro lado de la raya en esa parte que no hay nada
porque después del saqueo se aplica la ley de tierra quemada
una patera y muchas ganas, tantas como personas en el agua
el único fin llegar a la playa de pie o tumbao
Víctima, víctima, víctima ¿y qué?
Víctima, víctima, se te ve en la piel.
Víctima, víctima, que caiga la red
para impedir que muevas los brazos, para cortar tu vuelo de raso.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.
Sólo la gente como tú, la desahuciada, sabe del peligro de la jugada,
serás uno más de los miles que se lleva cualquier plaga
no de mosquitos sino de mosquetones, de machetes y de hachas
de calaveras blancas, de hambre y de miseria.
Víctima, víctima, víctima ¿y qué?
Víctima, víctima, se te ve en la piel.
Víctima, víctima, que caiga la red
para impedir que muevas los brazos, para cortar tu vuelo de raso.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.
No, no, no calienta igual el sol bajo nuestro pie.