Los tiempos están ardiendo, reventando, salpicando,
alimentando cerebros de una feliz santidad
dispuestos de nuevo a la quema de brujas,
dispuestos de nuevo, a la quema de brujas.
Pánico obligado, en el gueto reclusión,
destierro agonizante del despojo infectado.
Tiempos que arden, tiempos que arden, sin dejarse ver.
Tiempos que arden, tiempos que arden, sin dejarse ver.
La iluminación divina llega en forma de virus
Cáncer de la moralidad, escondido en jeringuillas
y relaciones aberrantes, cáncer de la moralidad.
Pánico obligado, en el gueto reclusión,
destierro agonizante del despojo infectado.
Tiempos que arden, tiempos que arden, sin dejarse ver.
Tiempos que arden, tiempos que arden, sin dejarse ver.