Camisas azules cara al sol desfilan Por los Escolapios los carlistas desfilan Mola no dialoga, sólo desfila Hasta la fiesta de las balas las mantillas desfilan Bajo palio, desfilando Bajo palio, desfilando Desfila Vallejo Nágera y su psiquiatría Desfila Gomá por las Josefinas Desfila Del Pulgar y sus Jesuitas Desfila Banús, Pemán y compañía Bajo palio, desfilando Bajo palio, desfilando Bajo palio, desfilando
Huelen a muerto las sotanas que acechan como alimañas en la noche más larga… la del hambre, el silencio y la rabia. No se paran ante nada y clavan como una garra la cruz y la espada Orden, Religión y Patria, sangre ibérica y fe cristiana, rosario, misas y curas, cantos pueriles que amedrentan vigilan conciencias y las atan ahogando pechos y gargantas. Ésta es la Iglesia de España. Estirpa al rojo de este pueblo y hazle ver con el suplicio que el demonio está en su cuerpo y la cuneta es el único remedio. Con aceite de ricino humilla y rapa a la madre, a la compañera, a la hermana, a la hija del condenado por la justicia de Dios Es el merecido trato… y la muerte metida en casa Estirpa al rojo de este pueblo y hazle ver con el suplicio que el demonio está en su cuerpo y la cuneta es el único remedio Porque en su nombre los matan… porque en su nombre los matan Ahora quien ruge es el silencio impuesto enterrando las voces en este maldito tiempo Tierra de conejos, país de madrigueras ¿cuántos huesos se han tragado las cunetas? Y danzan… y danzan… y danzan las sotanas alrededor del fascismo que las proclama valedoras de la Raza y de la Santa Cruzada su monumento a los Caídos de vergüenza se desangra, de vergüenza se desangra… de vergüenza se desangra
(*) La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia Tenía ojos oscuros y nunca hablaba en voz alta Sólo la risa llenaba su boca y una trenza recorría su espalda Embarazada de ocho meses y llevaba sus escritos en un cuaderno azul La juzgarán junto a doce mujeres, el mismo número que aquellas menores que fusilaron un cinco de agosto de mil novecientos treinta y nueve las trece rosas Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio en el cerro con quien ella quiere Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio con quien ella quiere La mujer que va a morir ya conoce su condena y vuelve a escribir en su cuaderno azul que el peor dolor es no poder compartir el vacío de estas horas Volverá el silencio al patio, volverán las presas a su labor Volverá la cruel angustia que guarda la noche escondida en la espera la despedida de sus compañeras Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio en el cerro con quien ella quiere Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio con quien ella quiere Adiós chiqueta, hasta siempre Tensi... adiós chiqueta, hasta siempre Tensi Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio en el cerro con quien ella quiere Y ahora sólo quiere ver aquel último beso que se dio con quien ella quiere (*)Adaptación de la letra con frases textuales de la novela de Dulce Chacón "La voz dormida"
La tarde huele a ganas de llover y el corazón late demasiado deprisa ¿porqué te tocó enamorarte de él que siempre fue un perdedor sin camisa? Aquella noche le atravesaron al compañero de tu hermana con un balazo y al abrigo de las sombras con un médico acabado en la guarida él estaba a su lado Ideales de locura en su cara enredados por completo en una tela de araña Tus ojos azules de mirada tan limpia le hicieron olvidar el miedo de huir Qué difícil es contar los pasos que se dieron por la libertad Qué difícil es mirar los días robados ahogados en sangre Sin ventanas y sin puertas el pasado se condena Qué difícil es contar los pasos que se dieron por la libertad Días de angustia y de soledad después de la noticia de la última emboscada La larga espera, los días de cárcel, la visita anual antes de Navidad y hoy por fin con los nervios en un puño le verás salir después de veinte años ¿A cuántos robaron la juventud y a cuántos más se los liquidaron? Acabó la guerra pero no acabó el miedo y por fin empezaron los abrazos más tiernos Tus ojos azules de mirada tan limpia le hicieron olvidar el tiempo de sufrir Qué difícil es contar los pasos que se dieron por la libertad Qué difícil es mirar los días robados ahogados en sangre Sin ventanas y sin puertas el pasado se condena Qué difícil es contar los pasos que se dieron por la libertad (Qué difícil es contar, qué difícil es mirar) Por la libertad (Qué difícil es contar, qué difícil es mirar) Por la libertad
Déjame que recuerde esa historia que pasó hace ya mucho tiempo déjame que les quite esa losa que tapó con su peso de silencio déjame que las riegue de lágrimas para borrarles el miedo déjame que las riegue de rabia por imaginar aquello déjame que en estas líneas escritas regrese a los maestros que dieron su vida y su sangre por dar al pueblo conocimiento De nada sirvieron sus gritos de angustia antes del fusilamiento Iglesia y caciques, misas y Estado los prefieren analfabetos con ellos peligra el tiempo que ocupa el crucifijo y la moral del clero por eso estas líneas desordenadas van en dirección de su recuerdo Déjame que recuerde esa historia que pasó hace ya mucho tiempo Lo que entierran no son huesos, son las semillas que van creciendo Lo que entierran no son huesos, son las semillas que van creciendo
Tatuada con aspereza de balas y cárcel, sentida por todas como parte importante de anhelos cercanos, de libertad y coraje, has llegado más lejos que el viento que fugitivo te llevó con él, te llevó con él… Matilde Landa, republicana, no pudieron colgar de tu pecho ni crucifijos ni sotanas Matilde Landa, republicana, no pudieron colgar de tu pecho señales amargas Qué irónica es la vida, que por un lado seas consuelo para muchas y a la vez la soledad te acompaña en cada lágrima cuando inventas conversaciones con tu pequeña niña que en casa continúa esperando a que regreses… a que regreses Matilde Landa, republicana, no pudieron colgar de tu pecho ni crucifijos ni sotanas Matilde Landa, republicana, no pudieron colgar de tu pecho señales amargas Matilde Landa, republicana, nos espera en el aire tu abrazo, eres lluvia enterrada Matilde Landa, republicana, y las celdas sintieron el vértigo de tu salto mortal
Llega por fin a la estación, rompe la noche un triste farol acompañando el maldito frío que hace en el andén y al humo sucio que rodea este tren de vagones que chirrían y huelen a excrementos de “ganao” Tembleque en los dientes, vestidos de miedo el camión espera la carga de los prisioneros… de los prisioneros El camino se siente tenebroso y oscuro retorcido en curvas que muelen más el cuerpo y continúan los ojos todavía ciegos de noche acariciando la soledad, acariciando la incertidumbre… la incertidumbre En la cima del monte la puerta se cierra como un ataúd gigante se traga bajo tierra un montón de vidas que sus túneles alberga y el alma segada busca su sitio en este infierno de piedra… en este infierno de piedra y el alma segada busca su sitio en este infierno de piedra y el alma segada busca su sitio en este infierno de piedra
En este suelo me gusta soñar despierto y romper las nubes que cierran hermético el techo Así corren los días y las noches miserables, yo sólo pienso en ti acurrucado entre el frío y el hambre Era entonces camuflado en el pico de otras aves convertido en su canto por encima de los montes Despertaba en mi casa con un beso en los labios de la compañera que para mí guarda su abrazo Y volar contigo, y sentir el calor de tus manos en mis alas corazón encogido que espera tu aliento para continuar esta batalla Otras veces de grafito era mi sangre y llegaba a ti en forma de carta Y volar contigo, y sentir el calor de tus manos en mis alas corazón encogido que espera tu aliento para continuar esta batalla Y volar contigo, y sentir el calor de tus manos en mis alas corazón encogido que espera tu aliento para continuar esta batalla
Que ha pasado para que el barro guarde tus pasos antes de salir quizás el hambre fue la culpable de querer escapar subiendo hacia el cielo sin más instrumento que tu propio cuerpo encadenado a los huesos y al montón de piojos que guarda este infierno donde se queman todos los sueños y sin esperanza se arde Que ha pasado para que el barro guarde tus pasos antes de salir hacinamiento, trato inhumano, sólo el deseo de sobrevivir y salir corriendo para abrazar a la libertad que está esperando tras la puerta Fecha para no olvidar (22 de mayo), fue la fuga del penal (22 de mayo) Ezkaba todavía es (22 de mayo) la rabia allí enterrada (22 de mayo) Buen momento es la hora de la cena cuando pasan el caldero los centinelas hacerse con las llaves de las cancelas y en media hora ¡ya están fuera! Va oscureciendo, llegan las fuerzas con potentes reflectores y cortando carreteras No hubo lucha ni resistencia, de cadáveres descalzos sembraron las laderas A doscientos siete les costó la vida, sólo tres pasaron la frontera En el diario oficial una nota escueta fue su triste réquiem Fecha para no olvidar (22 de mayo), fue la fuga del penal (22 de mayo) Ezkaba todavía es (22 de mayo) la rabia allí enterrada (22 de mayo)
Es una carta dirigida para ti En ella te dice que no tienes porqué sufrir cuida de padre, los hermanos y la abuela lleva el trigo al horno y allí pagarás el pan Recibid de mí muchos besos y abrazos sed en la vida como yo os he enseñado no lloréis por mí porque esto sea así que yo me voy tranquila porque no he hecho nada malo Ya no miras hacia el cielo, que no te vean llorar Ya no recuerdas su cara, sabías que la iban a matar… a matar Ella sólo protestó porque no veía justo que a las mujeres les raparan la cabeza y las pasearan por las calles entre insultos mientras los fascistas comulgaban en la iglesia Ya no miras hacia el cielo, que no te vean llorar Ya no recuerdas su cara, sabías que la iban a matar Ya no miras hacia el cielo, que no te vean llorar Ya no recuerdas su cara, sabías que la iban a matar… a matar
Cómo duele Madrid esta noche, cómo lloran las estrellas Cómo la lluvia se hace sangre en la prisión de las Ventas Cómo en la tapia del cementerio las balas dejan su huella Cómo los actos de venganza hacen la noche más espesa Ya no se puede su aroma cortar… porque los pétalos besaron el viento Ya no se puede su lucha olvidar… porque sus nombres recorren el tiempo Cómo duele Madrid estos años enterrada en el olvido Cómo hubo que tragar ocultando lo vivido Cómo jugaban a cazadores Franco y sus asesinos Cómo un camión “destartalao” las llevó a su destino Ya no se puede su aroma cortar… porque los pétalos besaron el viento Ya no se puede su lucha olvidar… porque sus nombres recorren el tiempo Sólo se escuchaban respiraciones aceleradas y el caminar marcial de quienes las custodiaban Ruido metálico de fusiles y correajes y el corazón desbocado desde el pecho hasta las sienes Orden de detenerse y de repente darse cuenta que ya no hay abrazo de despedida Morirán solas, a escasa distancia de las fosas que las van a cobijar Ya no se puede su aroma cortar… porque los pétalos besaron el viento Ya no se puede su lucha olvidar… porque sus nombres recorren el tiempo Ya no se puede su aroma cortar… porque los pétalos besaron el viento Ya no se puede su lucha olvidar… porque sus nombres recorren el tiempo
Suela de alpargata que no se rendirá ni por aguas heladas ni por noches de cristal Suela de alpargata con ropa humedecida hay que cruzar el río antes que se haga de día Suela de alpargata embistiendo la montaña entre matorrales con las piernas arañadas Suela de alpargata en las entrañas de la tierra los que hablan en voz baja, los que duermen con las piedras Suela de alpargata, el mundo siempre de frente con el fusil a la espalda y la mochila preparada Suela de alpargata, plomo y persecución de cerro en cerro van dejando su pellejo Suela de alpargata por estrechos senderos arrinconando el cansancio y empujando al viento Suela de alpargata enterrada con la sangre de los puntos de apoyo y de los enlaces Suela de alpargata enterrada con la sangre de los puntos de apoyo y de los enlaces
“Tierra maldita, tierra de hambre y miserias La tierra clama: ¡No soy de nadie… soy libre!” (Ramón J. Sender) El hambre amontonado desborda la camisa de generaciones que viven la pobreza como algo innato y en sus caras el miedo esclavo Nuevas esperanzas nacen del silencio encerrado porque ahora los jornaleros piden tierra y trabajo Fue la matanza de Casas Viejas por querer dar fruto a la tierra Fue la matanza de Casas Viejas por querer dar fruto a la tierra En la plaza tiroteo con la Guardia Civil, les llegan más refuerzos con pólvora y con fuego La incultura de la fuerza con metralla en el cerebro uniformes y fusiles contra el hambre del jornalero Es fácil hundir la casucha de “Seisdedos” y que acaben abrasados Cuatro días de agonía y sufrimiento y después fusilados Fue la matanza de Casas Viejas por querer dar fruto a la tierra Fue la matanza de Casas Viejas por querer dar fruto a la tierra Por querer dar fruto a la tierra… por querer dar fruto a la tierra
Está en su apogeo y entra en forma de miedo convierte en pesadillas las horas de tu sueño sube por las paredes como un siniestro eco que vive devorando la pasta de tus nervios. ¿Estará tu nombre escrito en esa maldita lista? ¿o será algún compañero quien pierda su vida? comienza el recital de nombres y apellidos el aliento que se hiela y se pierde el equilibrio Llegan los cuervos a su noche oscura, llegan los cuervos y rompen la luna Llegan los cuervos y no se van… y no se van Llegan los cuervos y no se van… y no se van Es impresionante cómo este silencio hiere de pena el alma que busca en el lecho algún lugar seguro para ponerse a salvo hasta que el grito muera pasándote de largo Es el ruido del motor, las pisadas que se acercan, la llave dando vueltas en la puerta de la celda… en la puerta de la celda Es el ruido del motor, las pisadas que se acercan, la llave dando vueltas en la puerta de la celda… en la puerta de la celda Llegan los cuervos a su noche oscura, llegan los cuervos y rompen la luna Llegan los cuervos y no se van… y no se van Llegan los cuervos a su noche oscura, llegan los cuervos y rompen la luna Llegan los cuervos y no se van… y no se van Llegan los cuervos y no se van… y no se van
Caminar con los pies rotos hasta un triste descampado la derrota en los rostros, el cansancio en los derrotados. Sin agua y sin comida todos amontonando sus cuerpos, sus penas, su futuro demacrado. Se desgarran sus entrañas en su pequeño escondite toma aire y aguanta el dolor con cada empujón hasta que por fin sin gritos su niña decide salir en medio de la nada, que lata su corazón. Eran las siete de la tarde en el campo de Los Almendros Eran las siete de la tarde, lloró el miedo Eran las siete de la tarde en el campo de Los Almendros Eran las siete de la tarde, lloró el miedo De nuevo hay que sacar fuerzas de donde no se tienen. No rendirse al desaliento y seguir en pie para volver a levantar otra esperanza hasta que llegue mañana temblando en el suelo como una hoja, el alma rota en mil pedazos. Eran las siete de la tarde en el campo de Los Almendros Eran las siete de la tarde, lloró el miedo Eran las siete de la tarde en el campo de Los Almendros Eran las siete de la tarde, lloró el miedo
Suena el viento deshecho en esta madrugada que huele a sueño muerto, agua estancada Tengo mucho miedo, rota la esperanza porque mi grito no llega y en tus ojos no descansa Mis manos se cierran sólo por la fuerza de la rabia Tierra en el camino perdido, entre tú y yo distancia Puede que ya no sea ni estrella ni canto ardiente Puede que sea la sombra que se resiste a no verte Y me encuentro desnudo frente a este viento seco Las arrugas de mi pena maman de tu recuerdo. He perdido… lo siento Águila imperial que me darás el tiro de gracia deja que por mi pecho corra sangre y no venganza Que me duerma muy tranquilo frente a vuestras miradas Que no piense que es inútil esta luna que me abraza Puede que ya no sea ni estrella ni canto ardiente Puede que sea la sombra que se resiste a no verte Y me encuentro desnudo frente a este viento seco Las arrugas de mi pena maman de tu recuerdo. He perdido… lo siento Puede que ya no sea ni estrella ni canto ardiente Puede que sea la sombra que se resiste a no verte Y me encuentro desnudo frente a este viento seco Las arrugas de mi pena maman de tu recuerdo. He perdido… lo siento
Salen de Málaga historias Escapan por la frontera memorias Aniquilan en Gernika sentimientos Y en Asturias se cuelan cantos de muerto Ahora es echar a andar y una lágrima en el suelo deja la tierra marcada con los pasos de este miedo Desfilan las viudas por Sartaguda Niños y niñas en barcos desfilan También en los Pozos de Caudé desfilan un millar de víctimas Ahora es echar a andar y una lágrima en el suelo deja la tierra marcada con los pasos de este miedo Badajoz grita a los cuatro vientos desde sus calles hasta la Plaza de Toros que no envuelva la sal la piel de la memoria que la quieren dejar muda, ciega, coja, sorda y rota Ahora es echar a andar y una lágrima en el suelo deja la tierra marcada con los pasos de este miedo Ahora es echar a andar y una lágrima en el suelo deja la tierra marcada con los pasos de este miedo Deja la tierra marcada y una lágrima en el suelo Deja la tierra marcada y una lágrima en el suelo