Bésame, bésame, bésame en el culo, bésame. Bésame, bésame, bésame en el culo, bésame. Vas a seguir mi rastro como un sabueso olfateando a ras de suelo. Vas a encontrar mis huellas frescas porque he pasado hace un momento. ¿Dónde estaré, al doblar la esquina o bajo la alcantarilla? Estoy muy bien, estoy muy bien, estoy muy bien, estoy muy bien. Estará muy bien, estará muy bien, estará muy bien, no me puedes ver. Abre los ojos, levanta la oreja que no me pillas por mucho que tú quieras. Se te va acabando el tiempo y me hueles cerca, pero si no hay presa tampoco hay recompensa. Y estás encima, lo presientes, te lo está diciendo el aire que te envuelve. Ya estoy viejo pero soy buen conejo y rata de cloaca cuando hace falta. Bésame, el culo. Bésame, el culo. Bésame, en el culo. Bésame. Bésame, el culo. Bésame, el culo. Bésame, en el culo. Bésame.
Vamos a contar las estrellas y muy despacito dejarnos llevar. Vamos a dejar que se meta la locura en la cabeza. Vamos a romper las cadenas si por fin quien vigila no ve por detrás. Que los fantasmas no muerden, sólo perturban el sueño Cuando damos los dos nos va mucho mejor. ¿Es así como quieres que venga la mañana? ¿Es así como quieres cada día que pasa? Si queda nervio bajo la piel pisa potente y echa a correr. El juego del dominio para quien retuerce pero ningún juego para la de siempre. Y es que me han dicho que te han visto algo encogida andando por la calle. Que el frío atravesaba el poco pellejo que te queda pa calentar los huesos. Que te han consumido la vida segundo a segundo y estás en ná. Después de recibir tanto golpe bajo el aguante se ha quebrado. ¿Es así como quieres que venga la mañana? ¿Es así como quieres cada día que pasa? Si queda nervio bajo la piel pisa potente y echa a correr. El juego del dominio para quien retuerce pero ningún juego para la de siempre.
Por mirar atrás para ver dónde estás entre tanta gente desconocida, voy muriendo, voy muriendo. Por querer saltar con los pies dormidos, por buscar tus ojos en todos los sitios, voy muriendo, voy muriendo. Me sentí tan fuerte como una piedra cuando un soplo tuyo me convierte en arena, voy muriendo, voy muriendo. Bebí de tu cuerpo todo el aliento que sudaba tu piel y ahora como un desierto, voy muriendo, voy muriendo. Voy muriendo, voy muriendo. Voy muriendo, voy muriendo. Por querer creer que todo ha pasado se paró el reloj justo a mi lado y voy muriendo, voy muriendo. Por hacerte la reina de la velada terminé más roto que un muñeco de paja y voy muriendo, voy muriendo. Como un borracho de mal vino, mucha sabiduría en su camino pero va muriendo, va muriendo, pero va muriendo, va muriendo. No quiero que nadie siga mi pista cuando la noche vaya deprisa muriendo, muriendo. No quiero callar lo que siento por ti aunque acaben mis pasos en el fondo del patio muriendo, muriendo. Por querer saltar con los pies dormidos, por buscar tus ojos en todos los sitios, voy muriendo, voy muriendo. Estiré los brazos mas allá del pellejo y sólo era un charco con tu reflejo y voy muriendo, voy muriendo. No quiero que entres por la puerta de atrás que pa ti está hecha la principal, vete abriendo. Por mirar atrás para ver dónde estás entre tanta gente desconocida.
El único arma que siempre has usado mirar de frente con un par de ovarios. Has ido labrando tu vida tirando pa’lante con las manos. Que no te falten esos besos poco antes del alba cuando las pesadillas quieren morder tu cama. Que el humo de la realidad no toque tu ventana, que tu luna todavía no está contaminada. Se te hace difícil fingir, no te gustan los atajos porque llegas mucho antes a hundirte en el barro, pero ya ves cuanta gente estamos a tu lado pa correr a donde digas con los pies descalzos. Que el humo de la realidad no toque tu ventana, que tu luna todavía no está contaminada. Y en tu cuerpo la noche se refleja clara, nadie rompe la alegría que contagias. Y en tu cuerpo la noche se refleja clara nadie rompe la alegría que contagias. Y quedan caminos que recorrer, se te nota en la cara, un saco lleno de sueños y muchas ganas de ponerte la vida a tu piel pegada y debajo como siempre nada, que no quieres esconder ningún as en la manga. Y en tu cuerpo la noche se refleja clara, nadie rompe la alegría que contagias. Y en tu cuerpo la noche se refleja clara nadie rompe la alegría que contagias.
Me quiero enterar pero estoy despistado, me quiero calmar y no puedo a tu lado. Quisiera seguir el camino marcado pero ahora recuerdo que no tengo el plano. Quisiera soñar con los ojos cerrados que todo lo bueno pasa despacio. Quisiera meter la mano en tu armario a pesar de que el cepo me deje manco. Escuchar el ruido de la calle, ahora soy yo el único amante. Deja de temblar cuando llega la tarde y tu triste llanto no lo escucha nadie. Me quiero enterar pero estoy despistado, me quiero calmar y no puedo a tu lado. Quisiera seguir el camino marcado pero ahora recuerdo que no tengo el plano. Quisiera soñar con los ojos cerrados que todo lo bueno pasa despacio. Quisiera meter la mano en tu armario a pesar de que el cepo me deje manco. ¡La marea! Que suba la marea aunque sea por mi jeta. ¡La marea! Que suba y se me pierda entre las piernas. ¡La marea! Que suba el oleaje. No te duermas. ¡La marea! Te dejo el equipaje. Voy de vuelta. Aguanto un poco y doy vueltas como un loco. Me levanto enfermo, siete noches que no duermo. Mis siete vidas siguen perdidas y no se enteran de nada. Me agarras de las manos con cuidado, me dices al oído que me has querido, que siempre la botella ha estado medio llena, que ya es estar vacía. Me descuelgas de tus ojos y me quedo roto me cambias de sitio y ya estoy perdido y espero agachado como un fracasado abrazado casi al suelo. ¡La marea! Que suba la marea aunque sea por mi jeta. ¡La marea! Que suba y se me pierda entre las piernas. ¡La marea! Que suba el oleaje. No te duermas. ¡La marea! Te dejo el equipaje. Voy de vuelta.
Tengo la sensación de que se me escapa sin piedad el último tren y me ha cogido sentao de nuevo en la vía. Quizás su silbido voló muy fino o el humo se volvió invisible y pasó por mis narices sin olerlo. Y siento el ruido de la locomotora como un montón de chatarra, le doy un corte de mangas mientras se aleja. Los raíles desgastados, tantos actos de cordura Los tornillos amarrados como yo a ti. Intenté buscar sorpresas en el túnel y ofrecerte así el mejor truco pero voy palpando a los que han entrado antes. Y mientras doy vueltas caigo en la cuenta de que van metiendo a todos en este negro pozo que no tiene fondo. Los raíles desgastados, tantos actos de cordura Los tornillos amarrados como yo a ti. Es la rutina, quema la rutina. Es la rutina, quema cada día. Es la rutina, qué mala rutina. Es la rutina, quema cada día.
Me duermo siguiendo el ritmo tan lento que marca el reloj, me echan el alto cuando acelero y levanto la voz, aunque sea pa decirte que te quiero entre el humo de un peta de maría, aunque sea pa cantarte tu canción preferida, a escondidas, a escondidas, a escondidas todo. Ando p’arriba y p’abajo y son cuatro pasos pa recorrer, y si no pongo el pie en el sitio adecuado se ponen cardiacos y ya puedo salir cingando a buscar tus brazos, que me saquen del atasco, que contigo soy capaz de olvidar mi nombre. Esperar no es bueno, nada bueno Ha sido como un puño cuando avisa que la noche está cargada he notado que caían las paredes de la habitación cerrada, que mi soledad asfixiante se apagaba. Me caí de tu colchón en plena madrugada cuando salen a afeitarse las ratas como alma en pena se retiran los fantasmas por la calle del cansancio, como cada mañana. Cualquier camino puede ser bueno si sabes tirarte en marcha, cualquier encrucijada es una caja de sorpresas escondida, escondida, escondida, escondida. Ha sido como un puño cuando avisa que la noche está cargada he notado que caían las paredes de la habitación cerrada, que mi soledad asfixiante se apagaba.
No me digas como tengo que escribir el renglón, que a mí no me sale recto aunque ponga mucho empeño, y varazo que me sueltes, todavía más torcido, que el papel no tiene rayas pa que lo ponga bonito. Máquinas de escribir que siempre ponen lo mismo. Máquinas de escribir que van cortando camino. Máquinas de coser bocas y grapar ojos pa que no veas. Máquinas bien pagadas y preparadas pa machacar, pa machacar. Debajo de la tecla está la recompensa y a piñón por el patrón. Escribes la tarea que te dictan aunque el peso de la bolsa es el que aplasta. Lo que resuelve la vida, lo que siempre arrastra. Y aunque pierdas los papeles cada día el culo calentito en tu silla. Lo que envuelve la vida, lo que tanto arrastra. Lo que resuelve la vida, lo que tanto arrastra. Gratuita degustación la tuya, impresentable borrachera de adjetivos descalificativos y pronombres en primera persona. Y contigo o contra ti, el centro del universo Que no queremos pintar nuestras vidas con tus jodidos versos. Cuando estés de más en el inventario que te den un premio al mejor lacayo. Cuando estés de más en el inventario que te den un premio al mejor lacayo. Escribes la tarea que te dictan aunque el peso de la bolsa es el que aplasta. Lo que resuelve la vida, lo que siempre arrastra. Y aunque pierdas los papeles cada día el culo calentito en tu silla. Lo que envuelve la vida, lo que tanto arrastra. Lo que resuelve la vida, lo que tanto arrastra.
Estoy perdido como un aladino que no ha encontrado su genio ni buscando en los cajones que el destino olvidó encima de mi cama. Camino solo en este otoño y todo sigue igual por las calles que recuerdo, el aire pega frío, la luna ya ha salido, a tu lado se va mi cabeza. La dejo que se pierda por donde quiera, que te busque en los caminos más oscuros, que todos llevan ya sabes a que sitio donde siempre acabamos dormidos. Y empiezo a soñar con tu bala de fuego cuando pongo los labios y te doy un beso. Dispara, dispara, dispara, dispara. Estoy preparado para recibir el balazo que tú elijas para mí juega conmigo apuntando directo a la sien. Acierta el disparo, conviérteme en barro que caiga doblado a tus pies por el suelo me arrastro despacio, despacio, convertido en aliento me voy como el vaho, y me llevo en un saco lo que huele a pasado, lo que nadie quiere frente a su nariz. Dispara, dispara, dispara, dispara. Estoy preparado para recibir el balazo que tú elijas para mí juega conmigo apuntando directo a la sien.
Tengo la cabeza un poco alborotada y no te sabría decir qué siento cuando veo que no cuento nada, que tú eres quién manda aquí. A veces dolido con lo que imagino y nada me pone mejor por eso me escapo pa no estar atado que voy enganchao a la cola de tu aire. Y aunque sabes que te quiero ¿todo vale por tu amor? Has aprendido a controlarme, has hecho trampa al contar sabes que el tiempo juega a tu favor y por eso me haces apostar. Y yo como un tonto resbalo a tu jaula pa que hagas conmigo un robot que sigue sufriendo las reglas del juego que tú inventaste para los dos. Que no, que no, que no me silbes nunca más. Que no, que no, que no voy a llorar. Y aunque sabes que te quiero ¿todo vale por tu amor? Y aunque sabes que te quiero ¿todo vale por tu amor? Que no, que no, que no me silbes nunca más. Que no, que no, que no voy a llorar.