Me vas a perdonar que mire para atrás, que me encuentro sofocado por el humo del tabaco, que tanto correr no puede ser bueno pa este montón de huesos, que me tiemblan las canillas por querer ir tan deprisa. Y no puedo más, y no puedo más. Que subir por las paredes estará muy bien pa ustedes, pero yo lo que pretendo es pararme un momento a pedir tiempo muerto pa poder coger aliento y que me lleves dando vueltas donde empieza la mañana. Ya no puedo más, ya no puedo más. Tengo el cuerpo derrotao, el sueño hecho añicos. Tengo el alma de un matao, la mano en el bolsillo. Con los ojos como platos, con la cara de un pescao. Con la sombra de tu cuerpo que me ha robao el camino. Se reía a carcajadas aunque fuese por nada, y en el río le robaba la mirada a la luna. Tengo el cuerpo derrotao, el sueño hecho añicos. Tengo el alma de un matao, la mano en el bolsillo. Con los ojos como platos, con la cara de un pescao. Con la sombra de tu cuerpo que me ha robao el camino.
Excrementos de paloma que tienen forma de bomba, helicópteros que escupen babas demasiado gordas. Tu cabeza y mi cabeza como la de cualquier ser humano las dos reventadas por la misma mano. Ese que ha puesto tu cara entre su bota y el suelo es el mismo que en tus ojos ha tatuado el miedo. Y qué rabia contenida cuando te tapan la boca los defensores de la masacre, los que compran las horas. Quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender. Quién será capaz de parar al capataz, qué vencido acabará con el escribano, qué historia hará justicia con los condenados. Quién parará la boca de la muerte cuando quiera besar la tierra que tú sientes la jodida diana en la batalla y nadie te defiende. Quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender. Señora ministra: aunque usted patine en su mierda no caerá en una mina que la deje amputada. El imperio más infame de la historia, la mentira en toneladas de bombas, toda gente diferente se convierte en sospechosa, y su vida vale menos que nada, y su vida vale menos que nada. Quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender, quién te va a defender.
¿Puedes resumir el mundo en una palabra? ¿Puedes apagar con un soplo cien miradas? ¿Puedes acribillar de latidos un solo corazón? Gritos temblorosos antes de recibir el culatazo en la cara, el culatazo en la cara. Una mano que no ayuda es una mano que golpea, y más de medio mundo agazapado, esquivando a la muerte que nunca llega porque siempre ha estado allí, siempre ha estado allí. Tres palabras mágicas me sé: depredar, distinto, deportar. Tres palabras mágicas me sé: depredar, distinto, deportar. La voz se pierde, no sirve, traiciona, miente la voz cuando habla de amor o libertad. Cautiva y engaña, repta ambiciosa advierte que llega otro culatazo en la cara, otro culatazo en la cara. Tres palabras mágicas me sé: depredar, distinto, deportar. Tres palabras mágicas me sé: depredar, distinto, deportar.
Prohíbeme la entrada en tu casa que no quiero ser bendecido por ti ni bautizado con la sangre que derramas, ni tu rastro de muerte quiero seguir. Expúlsame de la manada, que mis dientes no duerman hoy aquí, están masticando toda la puta rabia para que el tiempo no se olvide de ti. Como una sombra rota en los escalones, como garganta seca antes de gritar. Entre tus trampas y tus advertencias trazas la línea pa que hombre mate hombre. Mis gritos son como los de muchos más, los de todos aquellos que no pueden soñar, y mi cuerpo es para su pisada un blanco demasiado fácil de golpear. Como una sombra rota en los escalones, como garganta seca antes de gritar, que se revuelve a tientas. No puedo descifrar el oscuro origen de dios, tampoco me sé el secreto de la coca-cola, es un misterio quién dio privilegios al rey, pa nosotros el silencio del aguacero. Entre tus trampas y tus advertencias trazas la línea pa que hombre mate hombre.
Sin foto ni retrato, sin velas y sin barco, ni a pedales ni a motor. Sin ganas para robarte el tiempo que tienes delante ni cuerda ni reloj. Sin cuneta que me aparte, sin billete para el viaje ni dedo pa´l autoestop. Sin sustancias pa otro viaje, sin el traje de combate ni tampoco una canción. Sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada. Con la tarde voy sintiendo tu presencia en todas partes y me ahoga la ansiedad de saber que soy tragado cada noche por tu aliento aunque me esconda detrás, como astillas colgando te llevo clavada en el alma y cada herida me recuerda que soy un globo de feria por explotar. Sean bienvenidos a este circo de lo absurdo que la banda va a empezar a tocar, pasen y tomen asiento pronto que los focos ya se apagan y el ambiente se va a helar, se va a helar... A tu lado me siento mejor cuando termina la función y salimos a buscar cobijo en la madrugada... ¡vaya pasada! Como voy a escapar de ti si tú eres mi disfraz, querida soledad no me tapes más con tu sábana. Sean bienvenidos a este circo de lo absurdo que la banda va a empezar a tocar, pasen y tomen asiento pronto que los focos ya se apagan y el ambiente se va a helar, se va a helar... Sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada aquí me vas a ver llegar, sin nada.
Tirao como un saco en medio de nada después del insomnio de la noche pasada que pudo con la fuerza de mis pies y me fue absorbiendo lentamente. Subí hasta el mirador que son tus ojos y mi cuerpo era aquel espejo roto que las lágrimas fundían con tu voz y tú me bebías con dolor, amargo trago. Y ahora no me importa dónde voy si ya he quemado lo que soy, también alrededor el humo se adueñó de todo. Y sigo mirando tu cara dormida que tiene el encanto del color de la lluvia, luego un gesto imposible de frenar y a golpe de corazón me vuelve loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco. Y es difícil respirar los dos por el mismo tubo, echa cuentas y verás que no se deslía el nudo. Me voy y te quedas encendiendo la vela, bailando con ella ceñida a tu cintura aguanta la sombra en el rincón mientras sin piedad se burla. Y de mis párpados se cuelga, de mis párpados se cuelga, de mis párpados se cuelga, se cuelga y me vuelve loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco, loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco, loco... Tirao como un saco en medio de nada después del insomnio de la noche pasada que pudo con la fuerza de mis pies y me fue absorbiendo lentamente. Subí hasta el mirador que son tus ojos y mi cuerpo era aquel espejo roto que las lágrimas fundían con tu voz y tú me bebías con dolor, amargo trago. Loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco loco, me vuelve loco, loco, me vuelve loco, loco.
Mírame a la cara y deja de contar tantas batallas que estoy aburrida de tus hechos más que de tus palabras. Átate mas fuerte alrededor de tu cuello el nudo de la corbata y no me sigas comiendo que ya no me creo nada. Eres el sapo del cuento, el que saquea por dentro los sueños ajenos, el primero de la fila, el pelota impertinente que nos vende. Y no es amor, ya ves, lo que siento por ti ni tampoco me apetece ser felpudo pa tus pies. Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza. Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza. Sabes que haces daño cuando das el puño y no la mano, vas dejando cicatrices donde pones el zapato. Y respirar sin ti no puede ser malo, y poner el mundo a andar para otro lado no puede ser malo. Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza. Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza.
Te sabes envolver en la noche como nadie mientras tus ojos lloran trozos de luna, y ahora aquí, tan lejos de ti, levanto vuelo con la mano agarrada al deseo, y se me pone caliente como las ganas de verte pa llenar de risa esos labios que parecen apagados. A ver si en el abrazo nos quedamos pegados como pringoso caramelo. El ángel desamparado que tocó los mil placeres con la palma de sus manos. Hoy quiero ser el que roba tu mirada, el agujero que guarda tu olor. No me vas a ver llorar otra vez por miedo a la oscuridad, ni temblar los pies al soltar la patada en la cara del verdugo. Nos vamos a pasar de la raya mientras quede un aliento de rabia, y con la misma ironía nos vamos a querer engañando a la distancia. Rómpeme las piernas que no tienen memoria, rómpeme las alas que son de cucaracha, rómpeme como me rompe cada mañana, con su mazo de hierro me duele el alma, me duele el alma. Llévame, llévame de aquí que lo intento a todo trapo y no consigo salir. Déjame que sueñe contigo que la celda no entiende de sacrificios. Rómpeme las piernas que no tienen memoria, rómpeme las alas que son de cucaracha, rómpeme como me rompe cada mañana, con su mazo de hierro me duele el alma, me duele el alma. Rómpeme las piernas que no tienen memoria, rómpeme las alas que son de cucaracha, rómpeme como me rompe cada mañana, con su mazo de hierro me duele el alma, me duele el alma.
Lanza cuchillos con los ojos vendados, lanza cuchillos en todas direcciones. Los dedos que tiene son fuertes y largos, pueden rodear tu cuello hasta la asfixia. Tiene a los perros adiestrados para que salten a tu cara, tiene a los perros adiestrados para que salten a tu espalda. Y quieres pero no puedes parar el vómito del volcán, ni seguir sembrando nubes porque ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire. Maneja los hilos de la marioneta que siempre se enredan en tus pies puede romper las gargantas con sus manos pa que nadie escuche ni gritos ni llantos puede construir miles de celdas pa encerrar la disidencia puede infectar con su saliva el barro y dispersar hasta el agua del río. Y quieres pero no puedes parar el vómito del volcán, ni seguir sembrando nubes porque ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire. Ese aire que huele distinto, ese aire se hace puño y no lo puedes parar. Ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire ahora estás y ya no estás, sabes bien que no puedes reprimir el aire.
Así volamos de un lao pa otro las alas de la calle que no tienen retorno, este fuego no se apaga y en el vientre vuestros picotazos dan más fuerza pa subir hasta donde tú no ves. Corre por la sien toda la rabia porque sobrevivir es lo único que queda, y el olor del barro y el olor de la hoguera a quemarropa escupiendo la respuesta sin vergüenza. No queremos nuestro destino encima de tu dedo no queremos que seas el reloj que marca nuestro tiempo no queremos nada que salga de tu manga no ponemos en venta ni sueños ni esperanzas. Tú con puñales, nosotros con gritos pa que no duermas tranquilo. Insumisión a la resignación. Somos el galope de la última bruja, la que permanece escondida en nuestras venas, la que desafió la espada con un puñado de tierra. Tuvo que desaparecer y la dieron por muerta. Pero una noche de enero cuando el invierno aprieta, apareció con su escoba y las pinturas de guerra. El polvo de los huesos llega a tus entrañas cantamos de noche desafinaos con nuestras gargantas y tú que nos quieres cortar de cuajo la lengua, no se vuelva en contra tuya la tijera. Tú con puñales, nosotros con gritos pa que no duermas tranquilo. Tú con puñales, nosotros con gritos pa que no duermas tranquilo. Insumisión a la resignación. Insumisión a la resignación.
Mira como todo se llena de polvo cuando no le das meneo a la vida. Son inaccesibles las paredes del pozo resbalan los pies y se rompen las uñas. Saca la cabeza de la basura, pon tierra de por medio con esta locura. El brillo del engaño no se agarra con la mano ni vas a llenar con mentiras el saco. Agárrate a mi cuello que lo tengo desnudo y deja que me encargue de tu enemigo. Mucho rugido queriendo asustar y no es tan fiero como te han dicho, como te han dicho, como te han dicho... Caídos del nido para apagar la sed. Y si me dejas te voy a pintar con el color de cualquier esquina, y si tú quieres me puedes tragar como un barco a la deriva. Y si me dejas te voy a pintar con el color de cualquier esquina, y si tú quieres me puedes tragar como un barco a la deriva. Caídos del nido para apagar la sed. ¿Cómo sujetas la mirada de un ciego? ¿Cómo te tragas el grito del viento? ¿Cómo de largo es un trozo de tiempo y vas a peinar a la noche su sueño? Dime cuál es el camino más recto para caer del nido al suelo, del nido al suelo. Y si me dejas te voy a pintar con el color de cualquier esquina, y si tú quieres me puedes tragar como un barco a la deriva. Y si me dejas te voy a pintar con el color de cualquier esquina, y si tú quieres me puedes tragar como un barco a la deriva.